http://gdbryguxv5kz5gyoj3tv6jiccy6iiw7i7oli5ywpuhkyegxccbb6qdqd.onion/2.%20Belial.html
Las larvas —esas heridas no curadas, esas palabras jamás dichas, esos gritos incrustados en la memoria— comienzan a devorar desde dentro. Desgarran lo más íntimo, lo más humano, lo más inocente . Y esa infestación no se detiene ahí. Se arrastra, se escurre por las grietas del tiempo y se propaga de generación en generación, como una plaga ciega y obstinada.